Una habitación
poco iluminada.
Tú en una esquina,
yo en la otra.
Duelo de miradas.
Solo nos separan
una camay los últimos resquicios de verguenza
,que el alcohol no pudo borrar.
Damos un paso
sin dejar de mirarnos.
Te quitas la chaqueta
y se queda prendida de las cortinas.
Otro paso.
Me quito la camiseta
y la lanzo contra tí.
Corres, corro...
La cama esta solo a un paso.
La última copa,
nada de verguenza.
Y comienza nuestra fiesta.
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